(e)Maquinarias

A cada momento uno tiene ideas locas que rayan en lo indecible. Bueno, aca no están.
Pero hay algunas que si se pueden decir y a veces vienen de visita: ¡Conozcámoslas!

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Location: Argentina

Sunday, November 08, 2009

Capitulo Tres: La Chica Del Parque.

Ahh, sí! Trabajo. Hace mucho tiempo se vendían almas a cambio de inmortalidad o riqueza. Ahora se hace por la promesa de trabajo.
El espíritu humano se ha devaluado. Cómo debe reírse el diablo.

-- Garth Ennis, Hellblazer





La Chica Del Parque.
Déjame que te adore, pues puedo ver que eres un Ángel.

Que soy un tonto y que me vaya? Sería una pena que esas duras palabras fueran lo único que pudiera atesorar de la vez en que tuve un encuentro con un Ángel. Aunque de ser lo único que llevara conmigo, eso y un firme presentimiento de tus invisibles alas, sería feliz hasta la tumba. Empiezo a sentir una inmensa lastima por todos aquellos condenados a vivir su vida entera sin nunca encontrarse con un Ángel.

Que si soy un poeta raro o algo así? ja. La vergüenza me reprocha ostentar tal titulo y también me lo impide una ineludible y malvenida honestidad. Solo soy uno más, un simple grano de arena en una playa vacía. Un fantasma capturado en la eternidad de tus ojos, demasiado pequeño antes tu grandiosidad de Ángel. Una pequeñez orgullosa, eso sí, y consciente de su importancia en el gran esquema que los mortales ignoran. Quizá sea la gota que derrama el vaso o el azote ultimo que desata la revolución, o quizá solo una gota. Pero ahora siento el prestigio de ser esa ola en la marea que conoció a un Ángel; cual de las siete maravillas del mundo tendrá el descaro de reclamar semejante honor?

No! Juro por mis recuerdos, que son mi única posesión de valor que tengo y tendré que no estoy drogado ni borracho. Confieso haber sentido el miedo de creer alucinar cuando vi de lejos un Ángel, pero ya confirme la admirable fidelidad de mi vista, que muchas veces me ha engañado, pero solo por mi bien, y ahora me está prometiendo ser sincera y yo le creo, pues todo disfraz cae ante la presencia de un Ángel.

Si supiera lo que busco te respondería sin titubear, Ángel, me siento ciego de deseos. Sé que hay cosas que persigo y tengo metas que alcanzar, pero las veo como sombras y se asustan y se esconden ante la luz de un Ángel. Cada cosa que creí importante alguna vez me parece ahora tan barata. Solo me preocupa venerarte hasta mi último aliento, el cual si mi corazón no deja de golpear con tanta fuerza e incansable ritmo contra mi pecho, creo que llegará muy pronto.

Nada que pueda darte es digno de ti, no me pidas nada pues. Solo puedo darte todo y así, aun, creo que te quedaría debiendo el vuelto. Ojalá hubiese sido un tonto y me hubiese ido, no me sentiría el pobre diablo que soy, con las manos vacías de todo lo que es caro al corazón de un Ángel salvo mi alma. Ansiaría se un poeta raro, pues hace falta el genio de uno para inventar palabras que pudiera regalarte, pues las que hay suenan vulgares para regalar a un Ángel.
Anhelaría estar drogado o borracho y ofrecerte una conciencia que no hallo en mi razón. Pero al menos se qué deseo a partir de ahora: crecer hasta ser más grande que el mismo universo y regalarme a ti, algo digno de un Ángel.

Qué dices? De verdad? Sí! Con alegría, claro que acepto tomar una cerveza.

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